¿POR QUÉ ME DUELE LA ESPALDA EN LA CAMA?

16 de junio de 2020 | Customer Satisfaction & Sleep

¿POR QUÉ ME DUELE LA ESPALDA CUANDO DUERMO?

El dolor de espalda en la cama, en ocasiones puede resultar algo desconcertante. Si duermes en un colchón que consideras de calidad y descansas las horas suficientes, cómo es que aun así sientas dolor de espalda al levantarte de la cama.

Cuando elegiste cama y somier quizás no diste demasiada importancia a sus características y ahora por las mañanas te duelen la columna, las lumbares o el cuello. Claro está que existen dolencias que provienen de lesiones que necesitamos tratar con profesionales pero luego está ese otro dolor de espalda que sentimos por la mañana y que incluso puede ir acentuándose a lo largo del día. Si te suena todo esto, seguro que te habrás hecho esta pregunta: si creo tener una buena base de descanso, ¿por qué me duele la espalda en la cama?

DOLOR DE ESPALDA EN LA CAMA

Increíble pero cierto, has dormido 8 horas del tirón en ese paraíso terrenal que es tu cama y, con todo y eso, te despiertas con dolor de espalda. Está quién te dice que eso es normal, que no pasa nada porque son muchas horas en la cama. Bueno, podría ser una contestación válida si hubieras estado más de 12 horas sin moverte de la horizontal, pero 8 horas no sólo es un número estupendo para que el sueño cumpla su función reparadora, sino que además es el más deseado para la mayoría de los adultos. No, no es normal sentir dolor de espalda en la cama después de dormir, de hecho tras 8 horas deberíamos estar a tope para iniciar el día de la mejor manera. Pero ay, el primer contacto con la mañana es, desgraciadamente, una serie de estiramientos dolorosos y fricciones en las partes doloridas. Pues esto no tiene por qué ser así.

SI TE DUELE LA ESPALDA POR LA CAMA

Cuando hablamos de dolor de espalda y cuello en la cama, tenemos que distinguir los dolores producidos por lesiones de carácter más o menos permanente que también duelen en la cama (protusiones, hernias, ciáticas) de aquellos dolores producidos por tener un colchón y somier que no se adaptan a nuestras necesidades. En ninguno de los dos casos no te despistes sobre la incidencia que puede estar teniendo la cama en su evolución y consulta siempre al médico si el dolor de espalda no remite y se acentúa durante el día.

En cuanto a las tensiones, molestias e incluso dolor generados por no tener soportes de descanso adecuados, éstas afectan a toda la columna, la zona lumbar, los dorsales, los hombros y las cervicales pero la buena noticia es que van a desaparecer si atiendes a la calidad de tu colchón y somier. La razón es que en cuanto a demanda de calidad de sueño, no todas las personas somos iguales. Algunas comparten cama y otras no, las hay de diferentes dimensiones, masa muscular o estructura ósea y por todo ello, tienen prioridades de descanso distintas.

QUÉ COLCHÓN COMPRAR PARA EVITAR EL DOLOR DE ESPALDA EN LA CAMA

En épocas pasadas, se recomendaban superficies muy firmes e incluso duras para las personas con tendencias a tener dolores de espalda. Esto sobre todo era porque los colchones y los somieres se usaban durante largos años y para que el conjunto no se hundiera en exceso, se les insertaba entre ambos una tabla. Pero no por poner rígido el somier, el colchón adquiere mágicamente las funciones de sujeción y adaptabilidad que debe tener. Aunque hay casos en los que se aconseja una firmeza alta, en general una firmeza media es la adecuada si te levantas de la cama con dolor de espalda. Y si ya te has decidido y quieres dar toda la importancia a un descanso digno de tu cuerpo, presta atención a los siguientes puntos cuando vayas a adquirir un colchón que te evite el dolor de espalda:

• Curvatura de la columna vertebral en la zona lumbar. Las personas que tienen esta curvatura muy pronunciada pueden sufrir de gran tensión en esta zona después de algunas horas en la cama. Un colchón de viscoelástica o de Tempur® que se adapte fácilmente a esta curvatura es lo más recomendable. Estos colchones aportan el mayor número de puntos de contacto del cuerpo con su superficie, con lo que el dolor por tensión o arqueamiento no interrumpe el sueño.

Si tu columna tiene una forma bastante arqueada y te duele en la cama, deberías evitar dormir boca abajo. Por el contrario, al dormir boca arriba, es conveniente colocar una almohada debajo de las rodillas para mantener la columna alineada. Asimismo, esta alienación facilitará que el colchón pueda envolver y recoger la tensión lumbar con mayor eficacia. Si duermes de lado, flexiona las rodillas y coloca la almohada entre ambas. Por otra parte, si tu curvatura no es tan pronunciada, un látex no demasiado firme también puede ser también una buena opción.

• Número de personas en la cama y dimensiones. Por supuesto que se descansa mejor y duele menos la espalda si disfrutamos de un espacio adecuado en la cama, por eso, no escatimes en el tamaño del colchón si sois personas altas y corpulentas. Además, asegúrate de que compras un colchón que permita la independencia de los movimientos de sus ocupantes. Ya sabes que hay colchones de dudosa calidad que tienden por inercia a trasladar el peso de los cuerpos hacia el centro, provocando su hundimiento y forzando posturas que perjudican el descanso.

En este sentido, compra un colchón que esté fabricado teniendo en cuenta la independencia de lechos y la libertad de movimientos. Esta consideración es más que obligatoria si sus ocupantes tienen características físicas muy diferenciadas en cuanto a dimensiones y peso. En las tiendas de colchones pueden sugerir paliar estas diferencias a través de una alta firmeza pero si esta es excesiva, puede tornarse perjudicial para quienes sufren de dolores de espalda y hombros. Existen combinaciones de materiales mullidos y amoldables que no sacrifican en absoluto la autonomía de acción.

• Edad. En general, los niños y niñas en edad de crecer precisan un colchón de firmeza media. Esta puede ser mayor durante la juventud y conforme se avanza en la madurez, es preferible adquirir superficies mullidas altamente adaptables a la particular forma de nuestro cuerpo. Esta característica esponjosa no tiene que estar reñida en ningún momento con una magnífica capacidad de sujeción y descanso.

¿Por qué me duele la espalda en la cama? No te hagas más esta pregunta pues la solución no tiene relación con la calidad o el precio de tu colchón sino con la capacidad que éste debe tener de acomodarse a tus necesidades y con ello evitar futuras lesiones. Un buen colchón a tu imagen y semejanza es una inversión que tu cuerpo, y sobre todo tu espalda, agradecerá toda tu vida.

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