Las almohadas son, junto a un buen colchón, piezas esenciales para un sueño de calidad. Pero también requieren un mantenimiento mínimo para que se queden limpias y frescas como el primer día y te duren lo máximo posible.
Ante esta cuestión mucha gente se pregunta, en caso de ser posible, cómo lavar almohadas o si se pueden lavar almohadas en lavadora.
En realidad, hay que tener en cuenta ciertas consideraciones. Es importante el material del que se trate, así como el hecho de si tiene o no fundas protectoras de calidad.
A continuación, te ofrecemos instrucciones sobre cómo lavar las almohadas y los trucos que puedes aprovechar para una buena limpieza.
Antes de ponernos manos a la obra y detallar cómo lavar almohadas en lavadora, es importante saber los motivos por los que esta tarea puede ser útil.
En primer lugar, lo es por tu salud. Esto es lo mismo que con el colchón. Su uso continuado noche tras noche provoca que se depositen restos de piel, cabellos y humedad proveniente de la transpiración, la saliva o simplemente del pelo si nos acostamos con el pelo todavía húmedo.
Su acumulación representa un riesgo para nuestra higiene. Por mucho que lavemos a menudo los textiles que protegen la cama, los ácaros del polvo y la suciedad pueden traspasar las fundas de almohada, las sábanas protectoras sin no son de calidad y la sabana bajera, hasta llegar al núcleo del colchón.
Si es posible, lavar las almohadas en lavadora puede aumentar su durabilidad y nos permitirá dormir de manera más segura y saludable que, si de lo contrario, lo hacemos en un posible foco de bacterias, virus e incluso de hongos, algo muy perjudicial para el desarrollo de alergias y afecciones respiratorias y de la piel.
Por otro lado, aunque no es tan importante como nuestra salud, el factor estético también tiene su papel protagonista. La aparición de manchas (sobre todo si no se cuenta con una funda protectora) es bastante fácil que se produzca, sobre todo si eres de estas personas a las que desayunar en la cama le resulta uno de los mejores placeres del fin de semana.
La respuesta a esta pregunta tendrás que consultarla, nunca mejor dicho, con la almohada. No, no tienes que esperar 8 horas de reparador sueño para decidirte a lavarla, es la propia almohada la que trae una etiqueta en la que aparecen los símbolos de lavado que informan de 3 posibles opciones:
1. Lavar la almohada a máquina. En esta tipología suelen encontrarse almohadas de plumas y sintéticas.
2. Lavar la almohada a mano.
3. No lavar la almohada con agua o no mojar bajo ningún concepto.
Si tu almohada está entre las 2 primeras posibilidades, sabrás que ha llegado el día de su lavado cuando retires la funda y empieces a ver que esta empieza a amarillear o aparecen ligeros cercos redondeados.
Aunque una óptima fecha aproximada de 6 meses es la aconsejada en caso de que la almohada esté cubierta por una funda protectora, una inspección visual y olfativa de la superficie, es la mejor prueba de que ya es hora de lavarla.
Ahora bien, si tu almohada está en la opción 3, es porque probablemente no lo necesita, ya que pertenece a un tipo cuyo material ya contempla la posibilidad de un mantenimiento sin agua y basta con lavar su funda. Además, como sucede con las almohadas TEMPUR®, su diseño exclusivo exige que se evite mojar su núcleo para que mantenga intactas todas sus propiedades, por ese motivo tienen tanta importancia sus fundas impermeables.
En todos estos casos es muy importante seguir las instrucciones de lavado, dado que de no hacerlo correctamente podemos dañar de forma irreversible la almohada y, además de restarle propiedades para nuestro descanso, también pueden acumular humedad y mal olor, hasta resultar inservibles. Y en estos casos la garantía queda invalidada.
Como se puede comprobar, a la hora de lavar almohadas en lavadora hay que basarse en gran medida en los materiales con los que está diseñado cada modelo. Te contamos a continuación cómo realizar este proceso para los tipos de almohadas más comunes:
Siempre echando un vistazo a las indicaciones del fabricante, las almohadas de plumas que se pueden lavar en la lavadora han de seguir algunos pasos para que su firmeza y apoyo mullido sea el mismo de siempre:
Como consejo adicional, antes de lavarlas observa si las almohadas pierden plumas y cose la costura por la que se filtran.
Si la almohada solo puede lavarse a mano y secarse al aire libre, hazlo en época de calor para que no quede humedad y sacude su interior de vez en cuando, tal y como en el secado a máquina. En caso de no admitir agua, observa la etiqueta y consulta a un profesional de la tintorería.
El látex es susceptible de ser lavado, pero debe hacerse cuidadosamente. Casi con toda seguridad, la etiqueta va a recomendarte su limpieza en un servicio de tintorería o a mano, aunque de manera no intensa. Por tanto, no es recomendable lavar almohadas en lavadora si están compuestas de látex.
Para una óptima limpieza de estas almohadas, debes sumergirlas en agua durante un corto espacio de tiempo y lavarla con un detergente delicado, sin frotar demasiado.
Cuando hayas terminado este proceso, extiéndela para su secado en la sombra y reduce el líquido absorbiéndolo con papel de cocina.
Estas almohadas no se pueden lavar con agua, pues se estropea de inmediato su material, perdiendo las propiedades ergonómicas y de sujeción. Además, al igual que suele ocurrir con las de látex, sus materiales están fabricados con componentes hipoalergénicos que evitan la aparición de bacterias y ácaros, por lo que lavar una almohada viscoelástica con agua no es lo más aconsejable.
En lugar de ello, retírales la funda y aspíralas con frecuencia y, de tener alguna mancha, frótala suavemente con un algún producto que te recomiende el fabricante. Para no llegar a este punto, porque cualquier atisbo de humedad no ayuda nada a su mantenimiento, pregúntate con qué frecuencia retiras la funda protectora para lavarla.
Cuidar tu almohada es cuidar tu salud. En bastantes ocasiones olvidamos su mantenimiento y limpieza, pero recuerda que todas las noches apoyas la cabeza sobre ella para tener tus mejores sueños.
En TEMPUR® tienes todos los tipos de almohadas que necesitas para un descanso reparador y confortable.
Todas ellas cuentan con algunos elementos en común, como es el caso de estar diseñadas con material TEMPUR®, que es el que garantiza unas propiedades excelentes de adaptación, ergonomía, durabilidad y confort.
Ahora bien, las almohadas TEMPUR® no se pueden lavar. Como hemos indicado anteriormente, resulta clave que el núcleo no se moje, por ese motivo todas ellas se ofrecen con una funda lavable de alta calidad.
De hecho, encontrarás en las instrucciones de lavado que cada funda debe lavarse de una manera distinta, según las características que ofrezca.
Con un lavado periódico podrás mantener un descanso saludable, gracias a sus materiales de gran durabilidad. En cualquier caso, en TEMPUR® también disponemos de fundas originales de recambio, con las que siempre disfrutar de un soporte en el mejor estado posible. Incluso puedes adquirir fundas impermeables compatibles con el material TEMPUR®.
Además, como las fundas que te ofrecemos son fáciles de quitar y poner, podrás lavarlas siempre que lo necesites, al mismo tiempo que proteges tu preciada almohada.
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