La revolución tecnológica ha cambiado de manera radical la forma de trabajar y por ello, las cuestiones relativas a la seguridad y salud de los trabajadores. El teletrabajo o trabajo remoto es una realidad que ha venido a quedarse por sus múltiples ventajas, pero… ¿Cómo afecta el teletrabajo a tu descanso diario?
El teletrabajo es una forma de trabajar a distancia gracias al uso de las telecomunicaciones de modo que no sea necesario acudir a la sede laboral habitual. En la actualidad el trabajo a distancia se perfila como la mejor manera de conciliar vida laboral y personal por parte de empresas y trabajadores, ya que, siempre que pueda implementarse de manera programada, ofrece estas ventajas:
• Producir bienestar en la vida de los empleados gracias al cobro del llamado “salario emocional”, esto es, la retribución no económica resultado de una mejor y más flexible organización de la vida laboral que redunda en una felicidad personal objetiva y cuantificable.
• Reducir los efectos negativos característicos de las grandes ciudades como el incremento del precio de la vivienda y la contaminación que se produce por los desplazamientos a los lugares de trabajo.
Pero no todo son ventajas, el teletrabajo debe ser planificado para que no nos afecte a la salud y el descanso. Estos son algunos consejos fáciles de seguir para que el trabajo a distancia no nos produzca un estrés añadido.
La prevención de riesgos laborales o PRL hace mucho hincapié en vigilar los hábitos posturales para evitar las lesiones de espalda, tensión cervical o síndrome piramidal (o falsa ciática). Estos son algunos consejos que puedes tener en cuenta cuando haces teletrabajo en casa:
1. Disponer de una silla ergonómica. Lo fundamental es que pueda regularse el asiento y el respaldo a medida del usuario (debe recoger la zona de los hombros) y que esta no sea excesivamente rígida para que pueda adaptarse a tus movimientos.
2. En caso de trabajar con portátil, colocar la pantalla a la altura de los ojos mediante un soporte diseñado para ello. Es más que conveniente en este caso acoplarle un teclado y ratón adicionales así como disponer de una almohadilla de gel donde reposar las muñecas y las manos para evitar tendinitis en estas áreas.
3. Apoyar los antebrazos en la mesa para escribir en el teclado.
4. Levantarse cada media hora del sitio y caminar para estirar las piernas.
5. Reposar los pies sobre un soporte para aliviar la zona lumbar y los dolores relacionados con la ciática. Lo ideal es que las puntas de los pies formen con el suelo un ángulo imaginario de aproximadamente 20 grados pero, si no se dispone de un soporte regulable, bastará con un banquito que nos eleve las piernas de modo que sintamos que la zona lumbar descansa sobre el respaldo sin tensión.
De todas formas, todas estas pautas de higiene postural no servirán si no pones conciencia a tu forma de sentarte y trabajar. Hazte estas preguntas para mejorar tu salud muscular y osteopática:
• ¿Estoy sentado/a con los hombros encogidos?
• ¿Tengo la espalda encorvada o recta?
• ¿Fuerzo el cuello para mirar algo con atención en lugar de desplazar el tronco?
• ¿Mantengo las piernas relajadas y sin cruzar?
La salud de los ojos suele descuidarse a menudo cuando se realiza cualquier tipo de trabajo que tenga relación con las nuevas tecnologías. El teletrabajo, además, puede fomentar aún más el cansancio ocular o astenopia, ya que la ausencia de las distracciones propias de la oficina produce que no se “despeguen” los ojos de las pantallas. La fatiga visual produce escozor, sequedad e incluso mayor sensibilidad a la luz, lo cual es un factor de riesgo para diversas enfermedades oftalmológicas.
Para paliar los efectos que los dispositivos electrónicos producen en nuestros ojos es conveniente descansar la vista cada 20 minutos durante 20 segundos o, si no es posible, cada hora al menos durante cinco minutos. Una manera ideal de hacerlo es conducir la mirada hacia un espacio abierto y contemplar el horizonte. Parpadear a menudo es fundamental para mantener los ojos lubricados así como aplicar un colirio inocuo o lágrimas artificiales tres veces al día y, por supuesto, recuerda beber agua de manera frecuente.
En cuanto a la pantalla del ordenador, sitúala a 40 centímetros de los ojos y baja el brillo que emite la misma, situando en la habitación una luz indirecta. Si es de noche, es recomendable mantener asimismo una luz cenital.
Todas estas recomendaciones evitarán la temida somnolencia por sobrecarga ocular y, lo que es más importante, mantendrán la salud de tus ojos.
No siempre es posible contar con un espacio exclusivamente destinado a trabajar del que usamos para descansar. En este caso, es idóneo distinguir la delimitación de ambos lugares con algún tipo de barrera física como una cortina, biombo o una estantería. Así, no convertiremos todo el ambiente en nuestra oficina y será mucho más fácil desconectar.
Y vigila el “tecnoestrés”, es decir, el estrés derivado del uso y abuso de las nuevas tecnologías, ya que si no atendemos a nuestros propios límites como humanos podemos generar un desajuste entre estos y la agilidad e inmediatez que nos ofrecen los dispositivos electrónicos. Asimismo, especifica cuáles son las prioridades del día y planifica de antemano qué horas dedicar al trabajo y cuáles al descanso. Recuerda: los avances tecnológicos están aquí para ayudarnos, no para esclavizarnos.
Si ya estás realizando trabajo a distancia o piensas solicitarlo, estos sencillos consejos te ayudarán a tomar conciencia de cómo afecta el teletrabajo a tu descanso diario. Una mínima inversión de hábitos que irás interiorizando y que te durará toda la vida.
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